domingo, 30 de agosto de 2015

Reseña: Wakolda (Lucía Puenzo)



En el verano de 1959, un médico alemán conoce a una familia argentina en la región más desolada de la Patagonia. El viajero no es otro que Josef Mengele. Esta familia revive en él todas las obsesiones relacionadas con la pureza y la perfección. En especial Lilith, una adolescente con un cuerpo demasiado pequeño para su edad. La fascinación es mutua: en pleno despertar sexual, Lilith siente una inquietante atracción por ese forastero.




¿Cuántas veces han sentido inquietud por libros que retratan historias del Holocausto y el eterno sufrimiento de judíos en manos de nazis despiadados? El diario de Ana Frank, La ladrona de libros, El niño con el pijama de rayas, El chico sobre la caja de madera y una infinidad de ejemplos más. La Segunda Guerra Mundial y la gran masacre hitleriana eran mis temas preferidos de la historia mundial cuando iba a la escuela. La conexión con esos seres, víctimas de una de las mayores injusticias de la historia, era inevitable. Una multiplicidad de sentimientos generaban en mí esos relatos: dolor, rabia, impotencia, tristeza... Aún así, la enorme brecha que se abría en el espacio y el tiempo, nos obligaba a mantener distancia, a sentirnos ajenos. Pero ¿que pensarían si les digo que en cierto momento, hace muchos años atrás, parte de esa historia se conectó inevitablemente con la nuestra? 

Cuando hacemos referencia al Holocausto, reconocemos dos tipos de involucrados: la víctima y el victimario. Si hablamos de éste último, permítanme citarles de ejemplo a uno de los más grandes, después de Hitler, obviamente, que existió: Josef Mengele, médico, antropólogo y oficial alemán en Auschwitz. Fue famoso por sus experimentos genéticos con humanos y por ser uno de los encargados de seleccionar quiénes debían ser enviados a las cámaras de gas. Tiempo después, luego de cometer aquellos despiadados crímenes, Mengele huye. Cómo todo prófugo de la justicia busca el mejor escondite que sea posible. ¿Y qué mejor escondite que en el fin del mundo? Un lugar completamente aislado de todo. La patagonia argentina.

Wakolda es una obra maestra, escrita por Lucía Puenzo, donde nos relata de una manera magnífica y atrapante, la experiencia de Mengele en el sur de nuestro país. Una oportunidad de sentirnos realmente involucrados con los despojos de la Segunda Guerra Mundial.
Puenzo coloca en el camino de Mengele a una familia de Buenos Aires que se muda a un pueblo cercano a la ciudad de Bariloche. Eva, esposa de Enzo, madre de tres niños, y de uno más, claro, que viene en camino, debe hacerse cargo de una hostería que hereda luego de que su madre fallece.
En su camino hacia el sur se cruzan con Mengele, al que sólo conoceran como "José", un extranjero común y corriente que se dirige hacia Bariloche pero que se encuentra un poco perdido, por lo que deciden guiarlo durante la travesía. Es en ese road trip donde comienzan a generarse lazos emocionales entre Mengele y Lilith, la hija del medio, que se convierte en uno de los personajes claves de la historia.

Mengele es el primer huésped en la hostería de la familia. Le es imposible despegarse de ellos luego de obsesionarse con Lilith. Una parte de él se siente atraída por ella tal como lo fue Humbert Humbert con Lolita, pero esta vez el grado de perversión es mínimo y permanece secreto en los oscuros recovecos del alma corroída de Josef. Por otro lado, como bien dije al principio, uno de sus mayores pasiones era la experimentación en personas, generalmente niños, y preferiblemente que fueran gemelos. El objetivo de su vida era lograr, por medio de la ciencia, modificaciones genéticas, en busca de la perfección, aborreciendo la mezcla y glorificando la pureza.
Lilith nació sietemesina y tiene problemas de crecimiento. Con sus doce años, sólo aparenta no tener más de ocho años. Esto se convierte en una fuente de entretenimiento para Mengele, ya que la ayudará a revertir los problemas de crecimiento con sus oscuras prácticas medicinales. Con el tiempo, logrará seducir a cada uno de los integrantes de la familia y ganarse su corazón, ya que claramente, ellos sólo conocen al hombre anónimo que se hospeda con ellos.


A lo largo de la novela, vamos haciendonos cómplices de ésta relacion camaleónica, con sus altibajos, tal como una montaña rusa. A veces predomina la desconfianza, a veces gana la simpatía y, guiados por una inocencia infantil, terminan seducidos por los caramelos que Mengele esconde en sus bolsillos.

La obra de Puenzo está plagada de elementos metafóricos, usados en la medida justa. Wakolda es una parte importante de la historia. Enzo tiene como pasatiempo fabricar muñecas de porcelana, que día a día va perfeccionando, pero aún así siguen siendo muy rústicas. Con la ayuda y el capital de Mengele, comenzarán a producir una línea de muñecas perfeccionadas. Una exquisita metáfora de la perfección de la raza aria que buscaba Hitler y todos sus secuaces. Por obra del destino, una muñeca artesanal y de características mapuches, llamada Wakolda, se cruzará en el camino, dándole un nuevo matiz a la historia y enriqueciendo la metáfora racial.

Puenzo escribe para deleitarnos y mantenernos atrapados página a página. En poco más de doscientas páginas descubrimos uno de los más grandes secretos escondido en los bosques del sur. Una novela de gran riqueza histórica que sería imperdonable perdérsela.



— ¿Vos crees que los monstruos no existen?
— ¿Existen?
— A lo mejor no están debajo de la cama, pero seguro que están a la vuelta de la esquina"





MI PUNTUACIÓN




Nota: Wakolda es mi lectura del mes de agosto para el bookclub Choose a book (Libro de autor nacional).




jueves, 27 de agosto de 2015

Carta abierta #1



De: Winter Mary
Para: Anilla
Asunto: Sobre traducciones literarias y otros males necesarios




Hola Ani,
             
      ¿Cómo has estado? Espero que bien. Quiero que sepas que me he estado interiorizando un poco en el tema y he descubierto que estás estrechamente relacionada a los idiomas, en particular al inglés. Entonces, ¿a quién más podía escribirle hablando sobre un tema tan recurrido a la hora de iniciar un buen debate y que es, además, generador de infinitas opiniones en el ambiente literario y cultural.

        A todo lector le gusta disfrutar de un buen libro, y lo considero una verdad universal. Y hablando de verdades, ¿alguna vez nos tomamos un minuto, cuando empezamos una nueva lectura, para pensar si lo que estamos a punto de leer es real, verdadero? No me malinterpretes Ani, por supuesto que no me refiero a la historia en sí, a menos que leamos una biografía o algún otro tipo de non fiction, seguramente tenemos una buena porción de imaginación, de ficción. Lo que intento decir, es si analizamos de qué pluma proviene toda esa magia. Cuando leemos "El océano al final del camino" ¿es cierto que está escrito por Neil Gaiman? Claro que no, el no pudo escribir eso, el escribió The ocean at the end of the lane. Si bien es una traducción, éstas no siempre suelen ser literales. Son equivalencias con sentido para nuestra cultura. Mismo autor, diferente ejemplo. Gaiman escribió un hermoso libro de cuentos infantiles llamado M for Magic. Lo único que encontré en las librerías del país fue "Cementerio sin lápidas y otras historias negras". ¿Ves? Eso no salió de la pluma de Gaiman, sino de la del traductor de turno. Entonces, cuando leemos un libro que originalmente fue escrito en otro idioma diferente a nuestra lengua materna ¿leemos al autor o al traductor? ¿a quién atribuimos el mérito? 

        Quisiera creer que en la mayoría de los casos a los traductores no se les cae una idea ni poniéndolos patas para arriba, en caso contrario se dedicarían a publicar sus propias libros ¿no te parece?. Aún así, tampoco es en su totalidad una obra del autor, ya que al pasar por todo ese proceso el libro fue adquiriendo una carga cultural nueva que le permite al lector entender las verdaderas intenciones del autor. Con ese razonamiento, al leer una obra traducida, siento cierto vacío literario. No es que menosprecie el trabajo de los traductores, que muchas veces es extraordinario y lo más transparente posible. Sino que me siento decepcionada por no estar leyendo la tinta original, ésa que salió del mismísimo tintero de Austen, Dickens, Tolkien o Rowling. Y la primera vez que fui consciente de eso fue inevitable el cambio.

        Cuando la curiosidad por leer a mis autores favoritos en su idioma original se despertó en mí, no dude un minuto en comenzar clases de inglés, deseo impulsado también por mi ferviente admiración de la cultura británica (¿Té? ¿Lluvia? ¿Quidditch? Take me to London!). Al año ya pude empezar a leer algunas novelas con un inglés muy básico. Hoy en día mi entendimiento del idioma es mucho mayor y puedo leer una catálogo mucho más amplio. Excepto clásicos (a pain in the ass). Igualmente, la satisfacción de leer un libro en inglés, considerándolo como su idioma original, es inmensa. Pero no todo lector está dispuesto a realizar éste esfuerzo extra como lo hice yo. Y volvemos a comenzar el circulo vicioso con la aparición del traductor fantasma, que hace posible el acercamiento a otras culturas, subjetivo, modificado por su conocimiento y experiencia, pero acercamiento en fin.

       Es un tema mucho más amplio para discutir, lo sé. Mi intención es escribir una carta, no un ensayo, así que lo dejo acá. ¿Qué opinás Ani? ¿Es mejor que nos llegue la palabra del autor tal cual la emitió, sin filtro alguno, pero que la capte una minoría, o que llegue un poco tergiversada, pero con el equivalente cultural justo para que la gran mayoría puede ser capaz de entenderla?

       Espero pronto noticias tuyas.¡Que tengas una muy linda semana!

Un abrazo,

                                               Mary





Esta fue la primer Carta abierta de la nueva iniciativa en la que participo. Pueden encontrar más información haciendo click por aquí. No olviden que todos pueden participar dejando sus comentarios sobre el tema tanto en mi blog como en el de Anilla una vez que publique su respuesta a la carta. Si les interesa recibir una carta  como ésta o sugerir temas para debatir no duden en hacermelo saber. ¡Un abrazo, bookworms!



martes, 25 de agosto de 2015

Top Ten Tuesday: Libros que formarían parte de mi programa si fuera profesora de literatura


¡Hola bookworms! ¿Cómo están? ¿Cómo van esas lecturas? Yo estoy por empezar a leer mi elegido del mes para el bookclub Choose a book, del blog The bookish girl
Hoy es martes y por eso les traigo el Top Ten de la semana. Debo admitir que me costó encontrarle la vuelta a la consigna de The Broke and The Bookish ya que no estaba muy familiarizada con los términos que usaron (Top Ten Books That Would Be On Your Syllabus If You Taught X 101). Aún así me las ingenié, o eso creo, para traducirla o en todo caso crear una versión bastante equivalente a nuestra cultura. A fin de cuentas, ésta situación hipotética no se aleja tanto de la realidad, porque de no haber estudiado cine hubiera elegido algo relacionado a la lengua inglesa o a la literatura. Siempre fueron mi plan B. Afortunadamente nunca tuve que recurrir a él y sólo forman parte de mis hobbies, lo que resulta aún mucho más genial.

Con ustedes, mi lista:



1. THE PERKS OF BEING A WALLFLOWER
(Stephen Chbosky)

Sin dudas se los daría para leer a mis alumnos imaginarios. Probablemente serían de una escuela secundaria, por lo que sentirían empatía por Charlie desde la primer página. Es un chico real con problemas reales. La conexión sería inevitable. Además no nos olvidemos de uno de los aspectos más importantes del libro: el profesor de literatura. Como he dicho en más de una ocasión, The Perks es un libro que abre puertas hacia otros libros de gran peso.



2. FRANKENSTEIN
(Mary Shelley)

Shelley no pudo hacer un retrato más fiel de la sociedad. Hoy en día tiene la misma validez que hace casi dos siglos atrás cuando fue publicado. Es uno de las clásicos dueño de una riqueza indiscutible que deberían dar en toda escuela. Nos muestra lo primitiva y prejuiciosa que resulta ser la raza humana. Hay tanto por aprender, y Frankenstein es una buena herramienta.



3. TO KILL A MOCKINGBIRD
(Harper Lee)

Y si hablamos de una sociedad prejuiciosa, no podemos no mencionar el racismo. Si bien es de mucho más peso en el país norteamericano por la historia en sí, nos permitiría aprender mucho a partir de interesantes analogías, ya que como Estados Unidos, Argentina es un país con uno de los mayores crisoles de razas de América y del mundo.



4. LA LADRONA DE LIBROS
(Markus Zusak)

Sin lugar a dudas sería un buen reemplazo, o mejor aún, complemento, a la ya demasiado recurrida Ana Frank a la hora de hablar sobre historia mundial y nazismo. El estilo es mucho más fresco y tiene el bonus de transmitir el amor por los libros.



5. EL CURIOSO INCIDENTE DEL PERRO A MADIANOCHE
(Mark Haddon)

Es uno de los libros más hermosos e interesantes que he leído en mi vida. La verdad que no entiendo cómo no es una lectura obligatoria en la escuela. Se aprende mucho más de lo que la mayoría cree. Para empezar está narrado desde el punto de vista de un adolescente con autismo y es ese modo de ver el mundo en donde reside la mayor riqueza del libro. La narrativa es un completo rompecabezas digno de armar para cualquier lector, y aún más para un estudiante.



6. CUMBRES CORRASCOSAS
(Emily Bronte)

Y como una profesora de literatura no puede dejar los clásicos atrás, yo tampoco puede dejar de agregar a la lista uno de mis favoritos. Un poco de cultura no viene mal.



7. ORGULLO Y PREJUICIO
(Jane Austen)

Tampoco Austen puede quedar atrás. ¿Qué clase de monstruo enseñaría literatura sin siquiera mencionar a una de las autoras más importantes del género romántico?
¿Saben qué? Durante mis seis años en la escuela secundaria, jamás mencionaron su nombre. Me siento completamente estafada. Ni siquiera a Shakespeare. Tuve que leerlos por mi cuenta, porque bookworm se nace.



8. LA NIÑA QUE AMABA LAS CERILLAS
(Gaétan Soucy)

Acá tenemos un caso similar a El curioso incidente del perro a medianoche, pero más cruel y sin filtro alguno.
Funciona a nivel rompecabezas. Nada en el libro está claro, ni la historia, ni el narrador o el resto de los personajes o lo que realmente está sucediendo. Esa claridad sólo la encontramos hacia el final del libro, donde no queda ningún cabo por atar. 
Es ideal para los estudiantes. De eso de trata la literatura: de pensar, de abrir la mente.



9. LA SANGRE DE LOS LIBROS
(Santiago Posteguillo)

¿Alguien puede decirme dónde conseguir La noche en que Frankenstein leyó El Quijote, del mismo autor? Sí, bueno, estábamos hablando de otra cosa.
No sé realmente si se los daría para leerlo en su totalidad, al menos lo sería de forma parcial. Es un libro compuesto por pequeños relatos, a modo de cuento, en los cuales Posteguillo nos narra diferentes escenas que ocurrieron en la vida real y que forman parte del "detrás de escena", podríamos decir, de clásicos y no tan clásicos de la literatura y sus autores. 
Es muy interesante como se concibieron las ideas para gigantes de la literatura como lo fue, por ejemplo, Drácula, de Bram Stoker. Es el anzuelo perfecto para cazar lectores.



10. CUENTOS
(Edgar Allan Poe)

Y el último y no menos importante, porque no todo el mundo cuenta con la predisposición y la paciencia de leer una novela, los cuentos de Poe deberían ser un must read en cualquier escuela. Ya saben, porque Poe es un genio y sus cuentos lo son aún más. Trabajan con la mente del lector a un nivel bastante interesante. Sólo por nombrar algunos, no podrían faltar El gato negro, La caída de la Casa Usher, El escarabajo de oro, entre otros. 
¿Pueden creer que tampoco me los dieron para leer en la escuela? A mis doce o trece años iba a una pequeña biblioteca que está a pocas cuadras de mi casa y los leía ahí, por mi cuenta. 


Y eso ha sido el Top Ten Tuesday de hoy. ¡Que tengan una hermosa semana llena de lecturas!

¡Nos leemos!


sábado, 22 de agosto de 2015

Iniciativa: Carta abierta



¡Hola bookworms! Sé que es sábado y no es un día en que usualmente subo entradas, pero les traigo un aviso muy breve.
Hace un par de días Alberto, de Argonauta perdido en el tiempo adaptó al formato blog una iniciativa creada por Ignacio Rebolledo del canal Inmortales. La misma, llamada Carta abierta, consiste en escribir una entrada adaptada al formato carta cuyo destinatario será un blogger de nuestra elección, quien ira cambiando para cada una de ellas. Cada carta que escribamos tratará un tema diferente relacionado a la literatura, como libros, autores, lectores, entre otros.


Algunos puntos claves de la iniciativa:

Tiene cuatro objetivos:

1. Exponer tu punto de vista de un tema en específico.
2. Armar una pequeña discusión tanto en los comentarios de ambos blogs como en la carta de tu destinatario.
3. Darte a conocer en el blog de tu destinatario/remitente.
4. Practicar un estilo de escritura diferente al formato de una entrada de blog, ya que la carta deberá contar una historia.


Pasando a limpio: escribimos una carta común y corriente, hablando de un tema específico, destinado a un blogger de nuestra elección, quién deberá responder nuestra carta. Todo esto se realiza de forma pública, mediante entradas en nuestro blog, de modo que se genere una discusión entre dos bloggers, pero que también puedan participar otras personas dejando sus comentarios con sus respectivas opiniones sobre el tema. Alberto, por ejemplo, comenzó la iniciativa tratando el tema de las lecturas obligatorias en el colegio.

Yo me encargaré de publicar mis cartas abiertas los días jueves, alternándose con los book tags que suelo publicar ese mismo día. A la persona que elija como destinatario se lo informaré el mismo día de la publicación, y que podrá tomarse el tiempo que considere necesario para elaborar su respuesta.

Si desean más información o quieren unirse a la iniciativa les recomiendo visitar el blog de Alberto, haciendo click por aquí.

Fin del comunicado y gracias por su atención.

¡Nos leemos pronto!








miércoles, 19 de agosto de 2015

Book tag #13: El sacrificio de libros


¡Hola bookworms! ¿Qué andan leyendo? Yo sigo progresando con Persuasión
Dado que hoy es jueves, y como cada jueves les traigo un nuevo book tag... ¡sorpresa!  Sí, un book tag. Wow esto desborda originalidad.
Como les decía, anduve navegando por la red y encontré El sacrificio de libros en el blog Los esbozos de tinta. Me pareció súper divertido y maligno, pero por suerte, o no, todo es hipotético. Una entretenida forma de hacer catarsis literario.
La consigna es bastante conocida: se nos plantean cuatro diferentes situaciones hipotéticas, como dije anteriormente, y debemos responder a cada una de ellas con un libro de nuestra elección.

Ready, set, go!


ESCENARIO 1

El libro sobrevalorado o con promoción exagerada

Ha llegado el apocalipsis zombie. Estás en la librería comprando libros y aparecen los zombies, pero os dicen por megafonía que el ejército ha descubierto su debilidad y esta son los libros sobrevalorados. ¡Estamos salvados! ¿Qué libro, en tu opinión, totalmente sobrevalorado le lanzarías a los zombies para defenderte? 


Me duele en el alma Jo, pero ¿quién te manda a meterte en el género policial? Definitivamente no es mi género favorito. El canto del cuco, por sí sólo, no tenía suficiente potencial, hasta que se descubrió que detrás de Galbraith se escondía Rowling y las ventas se dispararon. No me molestaría arrojarlo a los zombies, sé que puedo vivir sin él. 



ESCENARIO 2

Una continuación de una saga

Acabas de salir de la peluquería después de haberte gastado una pasta, y empieza a llover como si estuviésemos en pleno diluvio universal. ¿Qué continuación de saga (sea segundo, tercero o el número de libro que sea) usarías como paraguas para proteger tu peinado?


Me causa mucha gracia que la portada vaya acorde a la situación planteada. No fue premeditado, se los juro. Tengo dos razones para dejar que la lluvia se lleve de forma despiadada la tinta de este pequeño: Primero: es muy, pero muy difícil encontrar sagas y trilogías en mi biblioteca, y soy muy apegada a las pocas que tengo. Y segundo, no he leído Las grietas del reino, por lo tanto no sería consciente de lo que me pierdo. Ya saben lo que dice el dicho, "ojos que no ven, corazón que no siente".


ESCENARIO 3

El clásico

Estás en clase de lengua o literatura y el profesor o la profesora no deja de elogiar ese clásico de la literatura que ha cambiado el mundo, pero que tú sabes que es intragable, así que lo arriesgas todo y se lo lanzas a tu profesor a la cabeza. ¿Qué clásico sería ese?


Me gustan muchísimo los clásicos, pero hacer progreso con la lectura de éste en particular, es como remar en un mar de dulce de leche. Algún día tal vez lo retome. Algún día...


ESCENARIO 4

Tu libro más odiado

Sacado de la película «El día de mañana», estás encerrado en la biblioteca de tu ciudad y te dicen que la única forma de que sobrevivas al cataclismo que se acerca es que empieces a quemar libros para mantenerte caliente. ¿Cuál es tu libro menos favorito y el primero que echarías a la hoguera?


Muajaja! No lo odio, pero tampoco lo amo. Es un verdadera pena que tenga que arrojarlo al fuego con tan hermosa portada, pero necesito vivir para leer otros libros. Es un mal necesario. Tanta liviandad sostenida por puros clichés no es para nada mi estilo. ¡Aviven ese fuego!

¿Cuáles son sus sacrificados bookworms? ¿Se atreven a contradecirme y salvar alguno de mis mencionados? 

¡Nos leemos pronto! ¡Que disfruten de sus lecturas!


martes, 18 de agosto de 2015

Top Ten Tuesday: Autores cuyos libros compraría sin importar sobre qué escriban



¡Feliz martes bookworms! ¿Qué andan leyendo el día de hoy? Esta mañana empecé a leer Persuasión, de Jane Austen. ¿Se acuerdan de la lista que armé con libros para leer éste invierno? Click por aquí. Bueno, resulta ser el quinto libro que leo de mis diez selecciones. Viniendo de mí, nada mal. 
Volviendo al presente, The Broke and The Bookish, creadores del Top Ten Tuesday, planificaron para ésta semana un listado de nuestros diez autores cuyos libros adquiramos sin importar nada. (Top Ten of Your Auto-Buy Authors). Me resultó difícil traducir el término Auto-buy. No encontré una palabra equivalente en español. Pero sería algo como así como todos aquellos autores cuyos libros compraríamos sin importar qué carajo escriban. J. K. Rowling es el ejemplo más claro. La amamos como escritora de fantasy juvenil. Luego escribe su primera novela para adultos. No es la novela del año, pero la compramos y leemos. Más tarde decide incursionar en el policial bajo el seudónimo de Robert Galbraith. La calidad literaria no logra mantenerse a la altura del libro anterior. No importa, igual lo compramos. ¡Oh, mira! El canto del cuco no es autoconclusivo, sino que formará parte de una serie. Y sale a la venta El gusano de seda, el segundo libro de los casos de Cormoran Strike. Si no está en la librería lo encargo. ¿El tercero? ¿Ya? Pre ordenemos en Book Depository Career of Evil, ya que no queremoso perderle el rastro a esa mujercita... Ya, entendieron. Perdón el exceso de entusiasmo. 
En fin, éstos son los autores cuyos libros compro y seguiría comprando no matter what:




1. JEFFREY EUGENIDES

Obviando el hecho de que es uno de mis autores favoritos, no puedo no comprar sus libros cuando las estadísticas nos dicen que escribe un libro por década. Para todos los lectores llorones que no pueden esperar un par de meses para que su autor saque la continuación de alguna saga o trilogía, ésto es sufrimiento. Sólo ha escrito tres novelas: Las vírgenes suicidas, Middlsex y La trama nupcial. Un autor que se hace rogar.




2. NEIL GAIMAN

Otro de mis autores favoritos. ¿Qué decirles de Gaiman? Escriba literatura fantástica para adultos, juvenil, cuentos infantiles, novelas gráficas o comics, no importa, confío plenamente en su capacidad como escritor. Lo amo infinitamente.




3. J. K. ROWLING

Después de mi ejemplo en la introducción del post ¿tengo que volver a explicar por qué compro sus libros? Es un ser mágico al que le debo mucho. Lo menos que puedo hacer es apoyarla en el género que sea que desee incursionar.




4. LILIANA BODOC

Hablando de seres mágicos... Si hay lectores amantes de la épica fantástica y aún no han leído La saga de Los Confines, hagamos un minuto de silencio. No me alcanzarían los adjetivos si quisiera describir a ésta talentosísima escritora. Voy a comprar lo que sea que escriba. El talento está asegurado.




5. RAINBOW ROWELL

Amo su escritura tan fresca, y sus personajes tan peculiares y con el toque de ñoñez justo. 
Si me dicen que va a escribir una novela sobre una historia ficticia propia a la cual hace referencia en uno de sus libros, dejénme fangirlear tranquila ¡Carry on, Simon!




6. JOHN GREEN

Soy consciente de mi reciente maltrato a su faceta de escritor. Si lo tiene merecido o no, no lo sé, es sólo mi opinión. Aún así, ya lo aclaré. Estoy predispuesta a leer cualquier cosa que escriba. No me rindo. Es un poco reiterativo, lo sabemos, pero no es tan malo como parece. Nos regaló una novela hermosísima, como lo fue The fault in our stars. Así que seguiría comprando sus libros... a pesar de que hace mucho que no publica. 




7. BANANA YOSHIMOTO

Como lo dije en una ocasión anterior, es una escritora japonesa de libros juveniles, aunque para los lectores de éste lado del mundo no nos parezcan ni remotamente escrito para jóvenes. Su cultura es diferente a la nuestra, por lo tanto las temáticas que aborda lo serán también. Con temas muy profundos y una inquietante indagación de espiritual e interior, seguiría comprando cada libro que publique.




8. HARPER LEE

Lee es un caso muy reciente y conocido por todos. 
Hace pocos meses sólo conocíamos su única obra publicada, Matar un ruiseñor, que se ganó el corazón de miles de lectores. Recientemente decidieron publicar un manuscrito anterior a ésta famosa novela, Go set a watchman. Si las críticas son generosas o no, no importa demasiado. Estamos frente a uno de esos casos en los que queremos adquirir el libro y comprobarlo nosotros mismos.




9. MARKUS ZUSAK

Después de leer la monstruosidad que resultó ser La ladrona de libros, estoy más que dispuesta a leer lo que sea de él. Por ejemplo, Cartas cruzadas. Sé que es un eterno pendiente, pero si lo compré fue por la fe que le tengo.




10. JACLYN MORIARTY

Esto es un poco raro. No esperaba realmente ponerla en la lista, pero me gustó mucho su estilo. Después de leer La grieta blanca, que tampoco resulta ser la gran cosa, pero que me gustó muchísimo, seguiría comprando sus libros. Su escritura llega directo a mi niña interior. 




Y con eso cierro el Top Ten de la semana, sacando conclusiones de que a veces no sólo compro libros por sus portadas o por su contenido, sino por los autores en sí. Al fin y al cabo, un libro es un paraíso, nos llame por dónde nos llame.

¡Nos leemos!


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