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martes, 29 de diciembre de 2015

Reseña: Canción de Navidad (Charles Dickens)



Scrooge es el hombre más avaro y gruñón que ha existido jamás. Odia la Navidad y, por lo que significa, desprecia a todo aquel que la celebra. Pero una Nochebuena se le aparece el espectro de su socio, Marley, fallecido siete años atrás, anunciándole que recibirá la visita de tres fantasmas: los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras. De esta visita dependerá la salvación de su alma o su condena eterna...




Nieve, abundante nieve; hogueras y chimeneas con un chispeante y arrullador fuego, villancicos, cenas de Navidad, bailes interminables y un gran espíritu de paz y amor que parece contagiarse tan solo con la mirada. Es cierto que el gran Dickens sabía cómo transmitir el espíritu navideño, tanto, que Canción de Navidad es uno de los clásicos más leídos en ésta época del año.

Canción de Navidad es una novela corta que nos sitúa inmediatamente en la Inglaterra victoriana, donde el espíritu navideño se desplaza por las calles empedradas, atravesando carruajes típicos y toda aquella gente que se dirige a sus hogares al reencuentro de sus familiares. Entra por puertas, ventanas y chimeneas; es bienvenido hasta en los lugares más solitarios y lúgubres, excepto... Y aquí es donde Dickens le pone una barrera que le impide avanzar, un gran escudo imaginario en donde se refugia el alma más solitaria y huraña de la ciudad: Scrooge.

Scrooge es un hombre de negocios, entrado en años, que vive únicamente para su trabajo. Además de resguardarse en completa soledad, es de carácter esquivo, antipático, cascarrabias y tacaño en demasía. Es así como nos es presentado en la historia, siendo el gran reto, que la Navidad pueda cambiar tal espíritu huidizo y penetrar en su frío corazón.  

Los cambios muchas veces vienen de la mano de lo inesperado, y tal es el caso, para gran sorpresa del viejo Scrooge, que se enfrenta al fantasma de Marley, su viejo socio fallecido siete años atrás. Su presencia tiene el objeto de cambiar el destino de Scrooge y evitar que tenga su mismo final. Marley fue, en vida, un hombre de negocios cegado por la codicia y la avaricia, tal como lo es ahora su antiguo socio. Como castigo, carga con una larga y pesada cadena que arrastra en sus andanzas espectrales, simbolizando todos los actos de ambición, tacañería y egoísmo que cometió en vida.

Los vientos de cambio que Marley intenta inducir en Scrooge es simbolizado por la presencia de tres espíritus que se harán presentes ante él. El primero le muestra el pasado, recordandole las Navidades vividas durante su infancia y juventud junto a su familia, amigos y seres queridos. Esto apenas alcanza para remover la dura corteza que cubre el corazón del viejo. Entonces, aparece el segundo espíritu, el del presente, que le muestra como sus allegados celebran la época de paz y amor y es ahí cuando empieza a sentir una pequeña inquietud en su alma, una sensación de vacío que lo hace caer en cuenta de su soledad, y con tales sentimientos es llevado por el tercer espíritu a dar un pequeño vistazo al futuro, donde verá un desenlace para nada ansiado que terminará de despertar en él el anhelo de cambiar su destino.

Y fue así que, con la ayuda de los tres espectros enviados por el fantasma de su difundo amigo Marley, que el espíritu navideño derribó ese escudo que cubría a Scrooge y pudo, finalmente, contagiarse de todo el amor y la paz que reinaba en la ciudad.




A Christmas Carol, como lo indica su título original, fue publicado en el año 1843, a pocos días de aquella Navidad de antaño. Puede considerarse una canción, ya que está dividido en estrofas, como si fuera un villancico cantado por las voces más dulces y los personajes son presentados como si de una obra de teatro o un musical se tratase, o puede pensarse como un cuento, ya que somos testigos de una batalla entre el bien y el mal, entre el amor y la soledad, resultando de todo ello una moraleja que sobrevive al paso de los años. Y lo que también destaca en este relato cuasi infantil es la dura crítica de Dickens hacia el capitalismo de aquella época, que de una forma u otra, parece repetirse año a año, hasta llegar el presente, alcanzando una importancia dentro de la literatura más grande de lo que parece a simple vista.

Canción de Navidad es, sin dudas, un homenaje a esa época del año que reúne familias y acerca a los amigos, donde danzan unos con otros los deseos de bondad, fortaleza y optimismo; un resurgir del espíritu navideño en manos de uno de los escritores más grandes de la literatura.




 
"(...) cuando llega la Navidad, aparte de la veneración que debemos a ese nombre y a su sagrado origen, dejando de lado un instante todo lo que la acompaña, siempre me ha parecido que se trata de una estupenda época del año, un momento maravilloso para poner en práctica la bondad, el perdón y la caridad, el único período del que tengo noticia, en esa larga andadura que es cada año, en el que hombres y mujeres parecen estar dispuestos de buen grado a abrir de par en par sus cerrados corazones y a acordarse de que las gentes más humildes son en realidad compañeros de viaje hacia la tumba y no otra especie de criaturas que van rumbo a otros destinos."


MI CALIFICACIÓN


2 comentarios:

  1. Es muuuy linda tu edición Mary ^^ El fragmento que pusiste al final está muy bueno, y es muy cierto también. Sin duda tenemos que repetir a Dickens en el club de lectura, me quedé con ganas de más de la pluma del autor.
    Saluditos!

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  2. Nunca lo leí, pero he visto las mil adaptaciones que han hecho, todas las referencias en otros libros y demás. Le regale una edición preciosa a mi hermana, porque ella ama la navidad, y sin embargo, aún no tengo ganas de robarselo para leerlo yo.
    Me encanto la reseña, y lo que contás acerca de como estaba escrito. Eso llamo mi atención y ahora quiero ver que tal, porque después de todo, es un clásico.

    Nos vemoos Mary!

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